Cerramiento cinegético


Con el objetivo de minimizar las causas de la erosión se ha levantado una valla de 7 kilómetros para acotar la zona comprendida desde el punto en el que el arroyo cruza con la línea del ferrocarril hasta su desembocadura en el río Manzanares. Para ello se ha utilizado un cerramiento cinegético con el que se consigue evitar el paso de ciervos, gamos y jabalíes permitiendo el paso de animales de menor tamaño. En su construcción se ha empleado una malla especial reforzada con tres pasos canadienses elevados, que evitan el paso de fauna pero no de vehículos, y dos pasos para caballerías y personas que pueden abrirse sin tener que descabalgar y se cierran al paso del caballo.
Abrevaderos –balsas
Dado que el cerramiento ha supuesto la restricción del uso de parte de la cuenca del arroyo de la Trofa, se consideró necesario instalar tres abrevaderos fuera del cerramiento que son utilizados por ciervos, gamos y jabalíes. Para ello se establecieron dos puntos de agua, cada uno compuesto por un depósito y dos abrevaderos. Además se ha contado con un juego extra de depósito y abrevaderos que se considera móvil y que puede situarse en cualquier zona donde se considere necesario.

Cerramiento en la confluencia

La valla que delimita el Monte de El Pardo sufría periódicas roturas por las crecidas del arroyo de la Trofa en su confluencia con el río Manzanares. Para evitar problemas de seguridad era necesario reponer esta estructura de forma rápida. Ante esta situación, se tomó la decisión de levantar una estructura permanente capaz de soportar las fuertes crecidas del arroyo incluso en caso de obstrucción y que, al mismo tiempo permitiese la evacuación de grandes volúmenes de agua y arena arrastradas por el arroyo. Para ello se empleó en algunas partes un vallado fusible que, en caso de sobrecarga, es capaz de ceder y liberar el caudal excesivo sin perjudicar al resto del cerramiento.