Situación de partida
En la cuenca vertiente del arroyo de Trofa existía un importante proceso erosivo que se veía agravado por la falta de vegetación y el sobrepastoreo que ejercían los grandes herbívoros. La densidad de ciervos, gamos y jabalíes es muy elevada y no permite la recuperación de la vegetación.
La Actuación
El objetivo era disminuir drásticamente la carga cinegética del valle del arroyo de Trofa de manera que las acciones de revegetación y recuperación de la ribera fuesen efectivas. Para ello se ejecutaron unos siete kilómetros de vallado para acotar la zona comprendida desde el punto en el que el arroyo cruza con la línea del ferrocarril hasta su desembocadura en el río Manzanares. En su construcción se empleó una malla especial reforzada, se instalaron tres pasos canadienses elevados, que evitan el paso de fauna (ciervos, gamos o jabalíes) pero no de vehículos, y dos pasos para caballerías y personas que pueden abrirse sin tener que descabalgar y se cierran al paso del caballo.
Dado que el cerramiento suponía la restricción del uso de parte de la cuenca del arroyo de Trofa, se consideró necesario instalar tres abrevaderos fuera del cerramiento para el uso de estos grandes herbívoros.
El Resultado
Tras la instalación del vallado y todas sus infraestructuras asociadas, se procedió a la extracción de los grandes herbívoros. Durante la Fase II se espera continuar con estas medidas para extraer a la mayor parte de los animales para que puedan ser efectivas las medidas de consolidación de la ribera y evitar la erosión y el aporte de sedimentos al Manzanares.