Dentro de las actuaciones recogidas dentro del proyecto de Restauración Fluvial del Manzanares en el entorno de El Pardo se incluye su seguimiento ambiental. Para poder realizarlo se ha diseñado un plan de control del estado ecológico adecuado a las distintas fases del proyecto, que ha permitido conocer la evolución del estado ecológico en los tramos seleccionados a lo largo del desarrollo de las actuaciones proyectadas.
Para ello se han realizado muestreos en diferentes puntos, siguiendo los estándares nacionales y europeos requeridos, incluyendo un estudio sobre la comunidad piscícola del río. Estos muestreos se llevan a cabo por un equipo formado por dos personas. Una de ellas se encarga de llevar el equipo de pesca, y dirige el muestreo, marcando los tiempos y decidiendo cada paso que se realiza. El otro miembro del equipo le apoya capturando los peces que se le puedan escapar con una pequeña red.
Los trabajos se inician aguas abajo del tramo estudiado y el equipo va remontando el río haciendo zig-zag. A medida que se avanza, y con cuidado de no enturbiar el agua ni alterar el lecho del río, se van creando circuitos eléctricos que paralizan a los peces sin provocarles ningún daño, facilitando su captura mediante redes. Al mismo tiempo se van colocando cestas en las que se van depositando los ejemplares capturados. Éstos son identificados, medidos, pesados y se analiza su estado sanitario tan rápido como sea posible. Una vez que los peces se han recuperado completamente son devueltos al río.
Taxones de peces capturados en los tramos de muestreo
Conclusiones de los estudios realizados
Desde la primera campaña realizada en junio del año 2017, se han realizado 72 muestreos para la determinación del estado ecológico y 36 trabajos de seguimiento de la ictiofauna. Durante la última, se constata que la composición de la población piscícola en el eje del río Manzanares consta de 10 especies, siendo 8 de ellas consideradas exóticas.
Se ha comprobado que el gobio ha cobrado mayor protagonismo y se ha convertido en la especie más abundante. Éstos, junto a los barbos, serían las únicas dos especies autóctonas presentes en la zona. En menor medida también se hallaron ejemplares de carpín y alburno, así como de lucio, pez sol, pez gato y gambusia , todas ellas especies alóctonas.
Por tanto se confirma una gran inestabilidad en la composición de la comunidad piscícola, ya que el 80% de las especies capturadas se consideran especies exóticas invasoras. Una población bastante estable y difícil de eliminar. Aun así, en las últimas campañas se ha visto una tendencia positiva, debido al aumento de la presencia del gobio, siendo probable que ciertas acciones del proyecto de restauración estén contribuyendo a que esta especie autóctona tenga una mayor abundancia.