Situación de partida
Tras la puesta en funcionamiento de la presa de El Pardo, el río Manzanares pierde paulatinamente su carácter de río estacional, caracterizado por importantes crecidas y periodos de bajo caudal, convirtiéndose en un río regulado de caudal mucho más homogéneo.
Además, en épocas de fuertes lluvias, la impermeabilización de la cuenca del arroyo de Trofa (debida a progresiva urbanización de su cuenca alta) hace que este cauce conduzca un abundante caudal al Manzanares, lo que añadido a la elevada carga cinegética del Monte de El Pardo y la deforestación asociada, ha contribuido en las últimas décadas a una fuerte erosión del cauce y su entorno. Esta erosión actúa sobre el arroyo de Trofa, dando lugar al transporte de grandes volúmenes de sedimentos a su confluencia con el río Manzanares, y a la formación de un gran acúmulo de sedimentos que derivó en un acusado proceso de embalsamiento y pérdida del espacio fluvial (pérdida de orillas y de la vegetación de ribera) en el propio río Manzanares.
La Actuación
Las acciones han ido encaminadas a la retirada del tapón de sedimentos generado por las razones anteriormente expuestas, para reducir el remanso artificial que provocaba en el río Manzanares y recuperar tramos de río fluyente y espacio en la ribera.
En el arroyo de Trofa se han realizado actuaciones que pretenden evitar el exceso de erosión y reequilibrar el funcionamiento del cauce: hidrotecnias que reconectan dicho arroyo con sus llanuras aluviales, plantaciones de vegetación de ribera y extracción del exceso de carga cinegética.
También se ha intentado recuperar el acceso a la ribera retirando escombros, haciendo nuevas plantaciones, recuperando orillas, mejorando las sendas y caminos, incluyendo nueva señalización y materiales interpretativos.
El Resultado
En la zona de Somontes la lámina de agua del remanso del río Manzanares ha reducido su nivel cerca de un metro, lo que ha permitido la recuperación de más de un kilómetro de río, que vuelve a fluir, en lugar de ser un mero remanso. Se ha recuperado una importante longitud de orillas, y se han creado sendas señalizadas y dotadas de materiales interpretativos.
El río en todo el tramo tiene ya una completa continuidad longitudinal, gracias a la nueva rampa de peces que permite su ascenso aguas arriba del azud de El Pardo.
Además, gracias a la construcción de una pasarela peatonal en la zona de Mingorrubio, se han conectado las sendas fluviales de ambas márgenes del río Manzanares. Esto facilita el tránsito desde la población de El Pardo hasta la presa, y su retorno. Por último se han señalizado más de 6 km de senda.