Situación de partida
La valla que delimita el Monte de El Pardo sufría periódicas roturas por las crecidas del arroyo de Trofa en su confluencia con el río Manzanares. Para evitar problemas de seguridad era necesario reponer esta estructura de forma rápida.
La Actuación
Ante esta situación, se tomó la decisión de levantar una estructura permanente capaz de soportar las fuertes crecidas del arroyo incluso en caso de obstrucción y que, al mismo tiempo, permitiese la evacuación de grandes volúmenes de agua y arena arrastradas por el arroyo. Para ello se empleó en algunas partes un vallado fusible que, en caso de sobrecarga, es capaz de ceder y liberar el caudal excesivo sin perjudicar al resto del cerramiento.
TEl cierre se ha realizado mediante perfiles de acero encastrados en un zócalo de hormigón y separados entre sí unos 13 centímetros, de manera que se permita la circulación del arroyo y sus sedimentos pero evite el paso de personas y ejemplares animales de cierto tamaño.
El Resultado
Tras la ejecución del cierre, que evitaba el trasiego de personas y grandes animales, se comprobó su buen funcionamiento en la mayoría de episodios de lluvias. Sin embargo, en la primavera de 2018 una serie de tormentas muy acusadas trasladaron abundantes restos vegetales que formaron un tapón en el cierre y supuso la acumulación de arenas. Este hecho propició una ampliación del cierre y sirvió de advertencia para considerar el mantenimiento continuo del mismo, retirando sedimentos y restos vegetales con maquinaria adecuada cada cierto tiempo.