Su objetivo es:
Identificar las alteraciones morfológicas que ha sufrido el tramo de estudio.
Caracterizar los efectos e identificar las causas.
Proponer las actuaciones que permitan revertir o paliar los efectos que en mayor medida pueden comprometer la integridad morfológica del sistema y, con ella, del ecosistema fluvial.
Teniendo en cuenta la gran diferencia de características, procesos y alteraciones que se presentan entre el tramo del río Manzanares y el del arroyo de Trofa, este estudio se desglosa en dos partes, analizando por separado cada uno de los tramos citados.
MANZANARES
Estado natural
En condiciones naturales o mínimamente alteradas, la morfología en planta del río Manzanares viene determinada por:
- Régimen de caudales pluvionival, con avenidas tanto en invierno como en primavera.
- Sequía estival muy marcada tanto por la ausencia de precipitaciones como porque la naturaleza geológica de la cuenca no permite el desarrollo de aucíferos.
- Sedimentos formados principalmente por arenas, resultados de la alteración de los materiales pétreos graníticos de la cuenca.
- Situación en el piedemonte, con pendientes moderadas que limitan la capacidad significativa de transporte de sedimentos a la circulación de avenidas.
Estas condiciones generan una forma en planta típicamente trenzada, con un lecho de arenas que presenta islas y barras que, como consecuencia de los bajos caudales circulantes en la época estival, no presenta una colonización estable de vegetación. Dichas islas y barras, al no estar fijadas por vegetación, son movilizadas con facilidad por las avenidas invernales y de deshielo.
El resultado en un cauce muy ancho –macrocauce, en el que se identifican canales de flujo poco estables, separados por islas y barras de arena sin cubierta vegetal.
Fuente: Nomecalles http://www.madrid.org/nomecalles/Inicio.icm
Alteraciones
En el río Manzanares las alteraciones son el resultado de varias causas:
- Alteraciones hidrosedimentológicas (régimen de caudales líquidos y sólidos). Estas alteraciones se producen desde principios de los años setenta, fecha en las que entran en servicio las presas de Santillana y del Pardo.
Sus efectos: Perdida del trenzado, estrechamiento del cauce y disminución de la movilidad.Fuente: Nomecalles http://www.madrid.org/nomecalles/Inicio.icm
El descenso de los sedimentos que llegan a este tramo provoca una incisión del propio río de modo que se inicia su encajonamiento. La incisión es notable y buena muestra de este proceso puede apreciarse en el puente de Capuchinos (donde la incisión supera los 150 cm):
Fuente: PasionPorMadrid http://pasionpormadrid.blogspot.com
- Ocupación del espacio de movilidad fluvial: El espacio de movilidad fluvial es el área del valle que el río necesita para llevar a cabo sus desplazamientos laterales vinculados con la dinámica de las formas en planta que correspondan al sistema fluvial. No es, por tanto, el espacio que en un momento dado ocupa el río, si no la envolvente del que a lo largo de su historia más o menos reciente ha ocupado.
Sus efectos pueden sintetizarse en:
Pérdida de espacio fluvial.
Simplificación de biotopos acuáticos y riparios.
Pérdida de conectividad transversal.
Pérdida de accesibilidad a las orillas.
Pérdida de valor escénico y de oportunidad de contacto con el río.
Este último efecto tiene una especial relevancia, ya que se trata de un tramo intensamente visitado. Los usuarios no pueden llegar al río y deben limitarse a pasear por la coronación de los taludes que lo limitan y encajonan.
- Infraestructuras transversales: Azud de El Pardo.
Situado aguas arriba del puente de Capuchinos, inicialmente daba servicio a un campo de Golf y en la actualidad la toma se destina al riego de varios espacios verdes. Estación de aforo 3187.
Se situaba a 175 m aguas debajo del Azud. Entro en servicio en 1969, se dio de baja en 1998 y se demolió en 2013.Estación de aforo 3243.
Situada aguas debajo de la presa de El Pardo. Entro en servicio en 1975, causo baja en 2010 y se demolió en 2013. Sus efectos:Los efectos generados por el azud son:- Barrera para la transitabilidad de la ictiofauna.
- Remanso aguas arriba, modificando las condiciones lóticas propias de un río por otras lénticas, características de lagos o colas de embalse. Este remanso, que afecta a casi 1,5 kilómetros de cauce (alcanza hasta donde estuvo la estación de aforo de Mingorrubio), es el responsable de:
- Aparición de importantes masas de helófitos.
- Simplificación de biotopos acuáticos.
- Posibles malos olores consecuencia de la descomposición anaerobia de materia orgánica.
El desmantelamiento de la estación de aforo 3243 ha dejado una pequeña afección que se corresponde con una ligera elevación de la cota de lecho en la sección donde estuvo situada. Esta elevación genera un remanso de escasa entidad que propicia, aunque en pequeña cuantía, el desarrollo de helófitos.
Propuesta de actuaciones
Desmantelamiento parcial de la barra de sedimentos y un programa de avenidas prescritas.
Propuesta de actuación en la desembocadura de Trofa eliminando parcialmente la barra estabilizada y dejando una isla central. En negro las curvas de nivel correspondientes a la situación actual y en rojo las correspondientes a la actuación propuesta
Construcción de una rampa de peces y compuerta.
Vista en planta de la rampa en la ubicación propuesta
TROFA
En condiciones naturales o mínimamente alteradas, la morfología en planta del arroyo Trofa se corresponde con un cauce trenzado, que en el tramo final, cuando la pendiente se reduce, presenta un macrocauce con un patrón meandriforme.
Alteraciones
En el río Manzanares las alteraciones son el resultado de varias causas:
- De carácter hidrológico. Es de destacar que la superficie impermeabilizada en la cuenca hidrográfica del arroyo de la Trofa, como consecuencia del desarrollo urbano se ha multiplicado por cuatro, pasando de 3 km2 en 1956 a 12 km2 en la actualidad, llegando así a ocupar un 16,4% de la superficie de la cuenca del arroyo. Ese cambio tuvo su punto de inflexión a mediados de la década de los setenta.
- Alteración hidrosedimentológica: El principal efecto se presenta en la confluencia del arroyo de Trofa. Los sedimentos que aportaba el arroyo eran movilizados gracias a las avenidas en régimen natural del río Manzanares (imagen años sesenta), pero debido a estas alteraciones ha causado la formación de un importante depósito de sedimentos que ha provocado un remanso. Se favoreció la formación de vegetación de ribera (imagen año 2001), pero a medida que el calado aumentaba las raíces tenían cada vez más problemas para respirar y poco a poco se fue perdiendo dicha vegetación (imagen 2010) siendo sustituida por la lámina de agua y la aparición de importantes masas de heliófitos (carrizos y eneas).Fuente: Nomecalles http://www.madrid.org/nomecalles/Inicio.icm
El remanso que genera la estabilización progresiva de los sedimentos que aporta el arroyo de la Trofa provoca:
- Pérdida de la condición lótica del río, que pasa a tener las características de un lago o cola de embalse (léntico).
- Pérdida de vegetación de ribera.
- Aparición de importantes masas de helófitos.
- Simplificación de biotopos acuáticos y riparios.
Estos efectos se manifiestan sobre casi dos kilómetros de río. Y no puede olvidarse que este proceso (estabilización de sedimentosincremento de la cota de lámina de agua aumento del remanso), de no actuar, se autoalimenta, y con él sus efectos.
- Por presión de la fauna cinegética
El importante incremento de la cabaña cinegética que soporta la finca tiene una sensible repercusión en dos aspectos que finalmente afectan a procesos hidrológicos:- Por un lado la compactación del suelo y reducción de la cubierta en contacto con él, procesos que aumentan el coeficiente de escorrentía y con él los caudales.
- Por otro, al llegar el período estival, la cabaña se concentra junto al cauce, haciendo que en el espacio ripario sean especialmente intensas tanto la compactación del suelo por pisoteo, como la afección por pastoreo de la cubierta vegetal, que tiene muchas dificultades para regenerarse.