Situación de partida
El principal problema que existía en este aspecto es que al acceso por la ribera del río Manzanares en este tramo era prácticamente imposible. La causa más importante era que los vallados levantados por los distintos propietarios y arrendatarios llegaban hasta la misma ribera. A esto había que unir la existencia de abundante vegetación que durante décadas había crecido sin control formando una auténtica maraña imposible de traspasar.
La Actuación
A fin de poder mejorar el uso social y recreativo del tramo, se está realizando una senda que conectará con la realizada durante la Fase I, de manera que se genere un corredor que en el futuro se una al de Madrid Río, completando así otros itinerarios de la ciudad de Madrid (Casa de Campo, Dehesa de la Villa…).
Este nuevo camino discurre en paralelo al río y en algunos tramos se apoyará en un camino existente pero restringido al público.
Aunque en un principio el objetivo es que ocupara la zona de servidumbre y dispusiese de una anchura mínima de 3 metros de longitud, esto ha sido imposible en algunos tramos, debido a la existencia de instalaciones deportivas así como de tramos de un camino anterior ya consolidado. Finalmente, y tras consensuar distintas alternativas entre las Administraciones implicadas, la longitud total del camino será de 3.770 metros, siendo 2.700 metros de camino de 3 metros de anchura en zona de servidumbre y 1.070 metros de camino de al menos 1,5 metros de anchura dentro del Dominio Público Hidráulico.
En estos trabajos se ha utilizado el aripaq, un pavimento terrizo continuo natural, estético y resistente, con patente europea con el que se está consiguiendo estabilizar los suelos de manera respetuosa con el medio ambiente gracias a su composición.
Sus características técnicas le confieren un alto grado de resistencia para estabilizar superficies con pendientes de hasta el 15%. Conserva el aspecto natural, la textura y el color del árido utilizado, lo que le permite integrarse perfectamente con el paisaje y el entorno urbano, admitiendo la circulación de carritos y sillas de ruedas.
Igualmente está proyectada la señalización de la red de caminos creada y/o acondicionada gracias a distintas señales que serán colocadas a lo largo de toda la actuación en el río Manzanares y darán a los usuarios las recomendaciones necesarias para realizar el recorrido de forma correcta .
Varios de los carteles que serán instalados, llevarán información sobre las principales características naturales y/o culturales que se encuentran en todo el tramo. En aquellas zonas que presenten mayor pendiente serán instaladas barreras de guiado peatonal, con postes de madera torneada cada 3 metros y cuerda cableada de 14 milímetros. A esto se unirá la instalación de balizas de madera de 1,20 metros de altura que permitirán seguir el trazado ante la posibilidad de la desaparición de otras señales debido a crecidas del río.
Por último se colocarán a lo largo de todo el recorrido bancos y papeleras de aspecto rústico fabricados en madera.
El Resultado
Se han terminado ya 2 kilómetros de esta nueva senda, correspondientes a la zona del Tejar de Somontes, que discurre en paralelo al río. Igualmente ha empezado a colocarse material para el uso del público como papeleras y bancos elaborados con madera que se mimetizan con el espacio en el que han sido colocados.